Anarquía, abandono y olvido son las palabras que probablemente mejor definan a Somalia. Las organizaciones internacionales y las ayudas externas se mantienen al margen debido a la peligrosidad mitificada y al miedo, dejando al país en manos de sus carencias sumido en una pobreza que lo hacen poseedor de uno de los peores indicadores de salud del mundo.

En este escenario es donde Médicos Sin Fronteras trabaja desde hace años junto con otras pocas organizaciones tratando de romper el mito de la Somalia imposible. MSF combate, proyecto tras proyecto, una emergencia que ya dura más de tres décadas. Son conscientes de que si la vida sigue adelante en este país es gracias a los propios somalíes, quiénes se organizan para salir de esta situación perversa que parece condenarles a pensar sólo en el aquí y ahora, y a procurarse apenas el pan para hoy. (MSF, España).